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Veo manchas que se mueven dentro de mis ojos

Contesto a una pregunta que me han hecho por mail (gracias Tato por tu colaboración) escribiendo este artículo porque entiendo que es una duda que tendrán muchas personas. De hecho, explicaciones como ésta las doy casi todos los días, por ser una consulta enormemente frecuente.
¿Qué son esas moscas o puntos negros que tengo? ¿Es peligroso? ¿Hay alguna forma de quitarlas?
Para contestar necesito dar unas nociones de anatomía: el ojo es como una “pelota hueca”, aproximadamente esférica, y en el envoltorio interno, la retina, se reciben las imágenes y de ahí se transmiten al cerebro. La cavidad interior del ojo no está realmente vacía, ni llena de aire, sino que está “rellenada” de un líquido viscoso llamado humor vítreo o cuerpo vítreo. Nosotros lo llamamos símplemente vítreo.
El humor vítreo es una gelatina transparente muy espesa, que está sujeta a la retina en varios puntos. No tiene vasos sanguíneos ni nada que le pueda hacer perder su transparencia. En su interior hay muy pocas células, y en su mayor parte está compuesto de proteínas, una red tridimensional o malla que atrapa el agua y que hace que el vítreo se comporte como un todo, que no fluya. Esto último puede convertirse en una seria desventaja, aunque eso lo dejo para otro artículo.
El lugar donde está alojado se llama cavidad vítrea (no todos los nombres anatómicos son enrevesados xD). Esta cavidad está ocupada totalmente por el vítreo, y va desde el cristalino por delante hasta el nervio óptico (el “cable” que sale del ojo hacia atrás) y la mácula (que es la parte de la retina que está más al fondo).

En esta imagen vemos el vítreo cortado como un queso de bola, sólo han dejado una parte abajo y atrás. El cristalino es esa “lenteja” con forma de huevo, que está dibujado con color blanco y líneas concéntricas en su interior, y está señalado como “lens” (no sé si se llega a leer). Está detrás del iris. Por delante del cristalino ya no hay vítreo. El espacio que hay por delante del cristalino ya no es cavidad vítrea, se llama segmento anterior y está ocupado por el cristalino y el iris entre otras cosas. Este segmento anterior está “bañado” por el humor acuoso, que en oposición al humor vítreo, sí es un auténtico líquido, que circula y tiene una densidad casi igual a la del agua.
Pero esta parte anterior es pequeña, entre una sexta y una séptima parte del volumen del ojo. La mayor parte del interior del ojo está constituido por la retina y la cavidad vítrea.
¿Para qué sirve el vítreo?. Tiene una función clave durante el desarrollo del ojo en la etapa embrionaria y fetal, pero tras el nacimiento apenas tiene una función activa. Básicamente tiene que permanecer transparente para dejar que la luz pase a su través hasta la retina.
Todas las operaciones sobre la retina requieren previamente quitar el vítreo, así que son muchas las personas a las que quitamos el vítreo y la función de ese ojo es rigurosamente normal, el paciente no nota nada. Esa cavidad el ojo la rellena de “suero”, un filtrado de la sangre pero sin células (sería como el humor acuoso, o sea, básicamente agua), y no pasa nada.
Por tanto, una forma de ver las cosas es que el vítreo es como el apéndice, o no sirve para nada o da problemas.
Pero a lo que vamos. Con el envejecimiento el vítreo, como todo el cuerpo humano, tiende a deteriorarse. Va perdiendo el agua, por lo que su volumen disminuye. El vítreo está sujeto a la retina, pero al hacerse más pequeño, tiende a tirar de la retina para soltarse. Finalmente se suelta, aunque no se suele soltar totalmente. La unión en la parte de atrás es más débil, así que lo que ocurre se llama desprendimiento de vítreo posterior

Aquí en el dibujo el vítreo está señalado con puntitos, y veis que en la parte de atrás, hay como una semiluna que ya no es vítreo. Se rellena de suero. Esto sería un desprendimiento de vítreo posterior simple. Ojo, no confundir con un desprendimiento de retina. El desprendimiento de vítreo no es una enfermedad, no quita visión, ocurre con la edad y es muy frecuente. Aunque hay que tener en cuenta que en los miopes ocurre mucho antes. Es típico de miopes jóvenes esta circunstancia.
El vítreo, una vez desprendido, ya puede reducirse. Eso se llama colapso del vítreo.
Al colapsarse, las proteínas del vítreo que han perdido agua se condensan y pierden la transparencia. Se forman entonces opacidades o “grumos”.
Cuando esas opacidades se ponen en el medio, la sombra cae en la retina central y lo vemos más oscuro. Son las “moscas volantes” o “puntos negros”, que dependiendo de la forma de la opacidad vítrea puede ser un hilo, una telaraña, una sábana, etc. Al mover la vista los puntos no se quitan, porque están en nuestro ojo. Hay momentos en que lo vemos y momentos en que no, sólo lo apreciamos cuando la opacidad está cerca del centro de visión, en especial cuanto tenemos un fondo homogéneo para contrastar (el cielo azul, una pared blanca, etc). Normalmente, con el tiempo los vemos con menos frecuencia, aunque puede persistir mucho tiempo.
Lo mejor es acostumbrarse a los puntos negros, principalmente porque no tenemos tratamiento eficaz.
RESUMEN DEL ARTICULO
Sin duda, el artículo estrella del blog es el que habla de las moscas volantes, por lo menos en cuanto a número de visitas. Lo publiqué hace año y medio, pero es el más visitado. Lo cual me parece bien: si puedo ayudar a una serie de personas a solucionar sus dudas, fenomenal. El problema es pretender utilizar este blog como forma de consulta cuando uno le está dando vueltas a su problema. Es algo comprensible y lógico, entiendo la incertidumbre de los que escriben comentarios. Pero no puedo dar más información de la que he puesto en el artículo y en los comentarios.
El problema es que ya son muchos comentarios los que hay (en el momento en el que publico esto, son 170), y evidentemente la gente no los lee. Así que muchas dudas que ya están contestadas en los comentarios vuelven a ser preguntadas. La idea de este artículo no es volver a explicar que son esos puntos/hilos/velos flotantes, sino ampliar al máximo la información que puedo añadir (que es lo que está desperdigado en los comentarios del artículo previo).
Bien, hablábamos en el artículo de unas opacidades en el gel que rellena el interior del ojo, el vítreo. No constituyen en sí mismo una enfermedad, lo podemos entender como parte del proceso degenerativo del ojo.
  • Edad: Es más frecuente conforme más años tenemos. Eso no quiere decir que sea excepcional encontrarlo en gente joven.
  • Factores predisponentes: Aparte de la edad, lo más importante es la miopía. Un traumatismo también podría condicionarlo. La cirugía ocular (cataratas, miopía, etc) podría relacionarse, aunque no está claro. Por favor, no me preguntéis por más circunstancias que relacionéis con la aparición de los puntos negros.
  • Tratamiento: No hay. La cirugía no está indicada, tampoco tiene sentido los “tratamientos láser” (no importa lo que leáis por ahí). Ni vitaminas ni pastillas de ninguna clase, ni agua, ni nada. Por favor, no me preguntéis por cada una de los “tratamientos milagro” que van saliendo.
  • Investigación: Se ha publicado mucho sobre el tema. De momento no hay una línea de investigación que ofrezca indicios claros de solucionar el problema a corto plazo. Y no es sólo que la investigación oftalmológica tenga otras prioridades, es que nuestros conocimientos y tecnología no nos ofrecen en la actualidad una forma de erradicar el problema de forma segura. No es por vagancia ni desinterés de los oftalmólogos, no se trata de que no nos demos cuenta del impacto que tiene este problema (que es grande en cuanto a población, pero no es algo grave e incapacitante, aunque algunos opinen lo contrario). Simplemente la solución está más allá de la ciencia actual. Es como intentar construir un avión en el siglo XIV: por mucho esfuerzo que se pusiera, no se sabía lo suficiente. Por otra parte, si algunos mantienen la opinión de que los médicos no nos esforzamos lo suficiente, me parece muy bien que piense así, pero no aporta nada seguir hablando de ese tema.
  • Trastornos en la vida diaria:  Dadas las tendencias actuales, donde una buena parte de la sociedad tiene tolerancia cero a las propias imperfecciones, y cataloga de enfermedad lo que no es para justificar intervenciones de todo tipo, es evidente que las moscas volantes iba a ser un punto de conflicto. Moscas ha habido siempre, y no ha supuesto ningún problema en otros tiempos. Que son un incordio: claro que sí. Que sería estupendo encontrar una cura: por supuesto. Que supone un problema psicológico, depresión, incapacidad para salir a la calle, etc: quizás el problema real no sean las propias moscas, sino la incapacidad de adaptación a las circunstancias. En cualquier caso, cada cual es libre de tener su opinión. Ya no es mi intención discutir más sobre el asunto.
  • Síntomas particulares: Algunos lo ven como pequeños puntitos, otros son moscas, hilitos, velos, nubes, etc. Pueden ser transparentes, oscuros, negros, marrones, etc. En uno o ambos ojos. Se suelen ver sobre un fondo brillante y homogéneo, pero algunos lo ven cuando la luz incide de una forma particular. Como veis, cada uno lo vive de forma totalmente diferente. El que me contéis vuestros síntomas particulares no va a significar que yo os dé mi opinión sobre vuestro caso. No sé lo que realmente tenéis en vuestro ojo; aunque la visión de “cosas flotando” corresponde en un 99% a lo que explico en el artículo, ni se puede garantizar ni me voy a pronunciar al respecto. Eso hay que hacerlo en la consulta.
Para algunos de los lectores, este artículo puede resultar raro, y posiblemente no les aporte mucho. Pido disculpas anticipadas por la “ausencia de divulgación”, porque estos párrafos son simplemente un complemento necesario al artículo “de verdad” de las moscas volantes. Todos los días recibo varios comentarios que vuelven a incidir en los aspectos reseñados arriba. Muchos no son publicados (básicamente porque no dejan de ser consultas particulares), pero esa sobrecarga en los comentarios del blog y en el e-mail termina siendo un problema, dado que últimamente ando escaso de tiempo.
Así, con este artículo resumen, quiero dar por contestadas la mayoría de las consultas recibidas.  Agradecemos a Ocularis.es por habernos cedido  el artículo.


Publicado por Alejandro Bonica.

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